Los precios de la energía llevan en el centro de nuestra atención desde inicios de año 2022. El exponencial aumento del precio ha supuesto que los hogares españoles tengan que encontrar maneras de ahorrar, a la par de reducir los gastos económicos que suponen las facturas energéticas.
En nuestro país, disponemos de un sistema dual en el mercado de la luz, con opción a estar en un mercado libre o en uno regulado. Este hecho nos permite adaptar nuestras necesidades a cada uno de ellos y poder reducir los gastos de nuestro hogar.
Como dato, más de quince millones de hogares españoles están en el mercado libre, mientras que los hogares que están en el mercado regulado rondan los diez millones. No obstante, solo uno de cada cuatro hogares sabe qué diferencias hay entre mercados, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Las diferencias entre uno y otro
La divergencia más importante entre el mercado libre y el regulado está en cómo se establece el precio de la luz. Mientras que en el mercado libre el precio lo marcan las compañías que distribuyen los servicios energéticos, en el mercado regulado lo establece la Comisión Nacional de Energía, pudiendo cambiar el precio del kWh cada hora y cada día. Ahora, en ambos mercados se paga una parte fija, en base a la contratación de la potencia, y otra parte de impuestos y gastos del sistema eléctrico.
Otra diferencia substancial de ambos mercados es la tarifa de pago. En el mercado regulado solo existe una única tarifa, conocida como PVPC, Precio Voluntario al Pequeño Consumidor. En cambio, en el mercado libre hay diversas ofertas. Desde tarifas con un precio fijo durante todas las horas del día, hasta tarifas personalizadas conforme el consumo energético de cada hogar.
Asimismo, una diferencia visible, pero importante de comentar, es la diversificación de comercializadoras. Mientras que en el mercado regulado solo hay ocho compañías eléctricas, en el mercado libre existen infinidad de opciones de este tipo de compañías.
La limitación de potencia contratable también es una gran diferencia entre mercados. En el mercado regulado el máximo de kilovatios a contratar son 10. Por el contrario, en el mercado libre no hay tope. Aun así, los datos de la encuesta del CNMC en el último semestre de 2021 demuestran que la media de potencia contratada de los hogares españoles es de 4,1 kWh, lo que tampoco afectaría al límite del mercado regulado.
Entre otras diferencias, el mercado regulado ofrece la posibilidad de recibir el bono social, una ayuda estatal para consumidores vulnerables, con un descuento de entre el 25% y el 40% de la factura. Por lo que hace al mercado libre, aunque no se puedan recibir ayudas estatales, sí existen descuentos en el precio de la potencia, según la compañía contratada.